En sus dibujos, fotografías e instalaciones Gitta Pardoel recoge trazos de su propia realidad. No sólo la realidad tangible como las fotografías, dibujos y textos, sino también recuerdos y destellos de pensamiento. De esta manera explora el significado emocional y la identidad de un entorno cambiante y la relación entre el lugar y el tiempo, especialmente ahora inmersos en un mundo globalizado y constantemente presionado.
Gitta está muy interesada las líneas invisibles de la comunicación entre el hombre y el medio ambiente. Sus imágenes las presenta con tonos borrosos, fragmentos sueltos y líneas verticales. La obra queda dividida así en dos superficies que reflejan de manera poética una realidad visible y otra invisible. En una parte se refleja una naturaleza densa y en la otra los recuerdos que gota a gota emergen, creando asociaciones vinculadas continuamente.